lunes, enero 07, 2019

Adulto Fallido

reducido a un nss, un adeudo y miles de cookies que ofrecen transladarme a una menor tas de interés. los bienes materiales que siguen la segunda ley de la termodinámica y se rehusan a manternse estructurados aunque los lleves a servicio cada 10000 km, llegar a la tetradecada y nunca resolver tu sobrepeso, ni tus ansiedades primordiales, todavía masticar la evidente e imposible posibilidad del posgrado, amigos que te evitan en medida de lo posible o prefieren la sana distancia del whats, diálogos de adulto donde o platicas de tus pedas del pasado o de las nimiedades ue hace tu muy actual retoño, y decirle a todos como vivir sin, claro , emitir un juicio. tratar de compensar la ausencia de pensamiento profundo con enajenaciones transiente digitales o con aletargamiento laboral monocromático, dejar que las tareas gelatinicen hasta que esa solidificación signifique algo. la familia más lejan que nunca y eso que casi 30 años del divorcio, y cada golpe que intentas asestar a la vida te devuelve cuatro por todos lados y la deuda crece, la de salud, la económica, la mental. a veces me parece obsceno ofrecer este bulto de problemas a alguien, como si repartir la caña propia en la ajena fuera a diluir la sensación cuando la adereza de culpa adicional. hay que saber cuando pierdes aunque sea diario, hay que venir a este ruido blanco polifónico a aportar tu tono de blanco, hay que sumar para que la nada no se acabe, hayq ue respirar porque hasta la miseria exige que te levantes cada mañana, y no hay escape y no hay botón de reset, ser una calculadora que obtiene su fecha de caducidad y se sabe en la ruta dela obsolescencia programada.

viernes, agosto 03, 2018

La pólvora en infiernitos

extraño escribir de aliento largo, pulsar teclas . Esta reactividad adulta obliga ya a presentarse tecnoculto, ya ataviarse de clasiconocedor. Poliedro finito que de tanta caras que presenta se siente piedra de río, seca por dentro. La inmersión que supone el sentarde a elucidar una sola idea sin que importe la consecuencia parece una vacación en sí misma. no sé en qué momento dejé de absorber los objetos culturales de continuo, de sostenutos y allegros y andantes y pausas a microcapítulos: la serialización de todo objeto cultirla me ha corrompido al punto donde me es difícil sostener tramas mayores a dos o tres eventos, asir el hilo general, caer en la sinécdoque facilona. ¿Por qué no dejar pelotear una idea, un sentimiento, una furia, un mito, una mentira, un pecado clandestino hastz que aprendamos hasta el sabor de su eco? La subordinación laboral trae la falacia de la petit urgencia como sustituto débil del azúcar vital, del elan, del leitmotiv. He pasado demasiado tiempo entre estados de cuenta y machacando libros al godreads como para reconstituirme en la asimilación y coyuntura de la cultura que he mal absorbido. Soy una mala salmuera, una paella de accidente del adulto. Un extraño extrañante, un común.

jueves, abril 12, 2018

Knobhead

Mi primera composición musical la hice en un tracker o secuenciador, el primer instrumento con el que completé una "canción" fue una caja de ritmos. Apenas caigo en cuenta de que visualizo la música en términos DAC, me siento cómodo ante el sample y me paralizo ante el vibrato impaciente de la improvisación en el jazz. 

domingo, enero 21, 2018

post mortem

¿Por qué buscarle dueño al tiempo?

Qué largo es el precio de la posesión: pérdida reposada.

Rasguñar apenas el futuro, con los pies empujando atrás al presente.

Todo parece caber en el mañana, menos el arrepentimiento.

Nunca aparté vida para diseñar mi muerte.

Inquilino eterno de la antesala de la vida, cortejando fachadas al proyectar los atisbos.

Todo por servil se acaba.



lunes, octubre 23, 2017

Rorschach

El primer antifísico fue aquel que, haciendo un improbable contraste material del universo, resolvió Bayesianamente la teselación del vacío.

Desencontró esto tras la negación y el olvido de lo visible: El velo es el sustento del Cosmos.

martes, febrero 07, 2017

Un toque de sacrificio

La furia ocupando el púlpito. Los puños por lo alto hilvanando una nube invisible mientras el Padre Joaquín lazaba los bajos deseos de sus feligreses en espera de que eclosionara alguna mansedumbre inmadura. Avezado, rascaba el hilo invisible de la posible consecuencia más que masajear el nervio de la culpa que trae ataviado tantas horas de confesionario. Con prisa contaba a los atónitos feligreses que seguían sus manos drosofílicas como siguiendo la solución a un laberinto sutil e invisible, esa caterva de aturdidos que alegremente aceptarán primero a la dádiva de generoso diezmo y luego, póstuma una invitación corta,  exclusiva  y discreta del Padre al plan que, nunca sabrían, los consumiría en múltiples horas miserables, quizá por tiempo indeterminado.

La septena arribó días más tarde al punto acordado. Cada uno con un objeto y múltiples dudas, todas reducidas a débiles anécdotas por la intervención siempre oportuna del Padre Joaquín que qué-bonito-te-dice-las-cosas-como-si-supiera-lo-que-sientes-pero-llega-a-un-lugar-distinto-que-uno-verdadedios los citó habiéndolos presentado pecados por delante y nombres de pila sin decoraciones ni apellidos, que también anónima es la obra del señor. El Padre Joaquín, fuera de sotanas y encubierto de civil procedió a darles largas instrucciones sobre el uso de los objetos: blandir, apaelar, lanzar, golpear, correr, robar, capturar fueron algunos de los verbos que más sorpresa arrojaban sobre la misión sagrada de estos elegidos, cuyas lacónicas y dubitativas miradas fueron rápidamente apacigadas por un vitriólico discurso del Padre que los instigaba a acabar con un próximo enemigo. Ninguno claudicó, por el contrario, se colocaron y ajustaron firmes los objetos al cuerpo, a veces cubriendo el pecho entero, a veces únicamente la cabeza, pero más incomprensible parafernalia era aquella abultada extensión de los puños. La preocupación escaló cuando el Padre les advirtió que sólo a uno a la vez se le permitiría utilizar el grueso palo como recurso para corresponder a las hostilidades.

Llegamos a una especie de coliseo, donde caprichosos pasillos de arena formaban una figura de balanza invertida con plataformas en cada vértice acusando un complejo rito, posiblemente pagano y lejano al credo de los gladiadores del Padre Joaquín. No hacían cuadrar todavía el sospechosamente circular altar de tierra al centro del coliseo cuando detrás del pequeño páramo se asomó un grupo equinumérico de hombres, enfundados en aparatos similares a los que ellos portaban. El escarceo y la confusión de las miradas hizo evidente que tenían infundidas las mismas intenciones nada halagüeñas. Uno de ellos, cenizo y acusando canas se acercó al altar, donde el Padre Joaquín acudió e intercambiaron amenazas inaudibles. Hecho el contrato y aproximándose el momento de finiquitar este culto, el Padre los acomodó en una figura casi pentagrámica donde quedase una persona en cada una de las plataformas y uno, seguramente el primero del sacrificio en la cumbre del altar de tierra. Un hombre del bando opuesto, formido y con un casco con claras muestras de múltiples batallas tomó el palo prohibido y se acercó a la plataforma más excéntrica, donde también se había colocado el Padre Joaquín, ahora colocado con armadura de pecho se puso en cuclillas, seguramente para ser el primer cordero de sacrificio y dar la muestra, se colocó una rejilla ceremonial en la cara y una extensión de puño. El hombre con el palo lo alzó amenazante por encima de la cabeza del Padre Joaquín, observando absorto al enemigo sobre el altar. Aquí empezaba el apocalipsis, el Padre Joaquín soltó un largo alarido:


¡Play ball!

sábado, marzo 12, 2016

A barrage of speeches

I resfused to write. That is, until now. Ther used to be a time when I read my writing and smiled, sometimes for its candor, other times, its clarity, most, for their relatedness.

But I am in one of those proverbial "loss for words". A rut, yes, me, a communicator. Some how you manage to place another voice, a trained  voice in automatic which performs an average discourse without resorting to the acutal thought-mesh bubbling below. It is a pity that this echo can be sustained for so long that people, bosses and even family won´t notice it insofar a "mood swing". A reason is this: I respect words, I respect the reader and its choice, above all else, I respect trascendence.

That is what I´ve been missing for almost a year and a half: trascendence. I used to think that anything that I write/read/watch/troll/discuss would become useless and obsolete as soon as it is finished. Everything has felt useless, distant and absurd. i think I´ve been peering into the abyss of depression, not even comitting to that.

This is not a rant, or even a worthy justification of my absence. Bear with me at least with my paradoxes, and maybe you´ll find some solace by likeness. Eand even that I cannot promise to fulfill.

were you expecting a reason to write today? Here, i just made up one: Words are the last stop before absolute detachment.

lunes, octubre 19, 2015

Lunes

La idea que más violencia ha generado en la historia de la humanidad no es el Deísmo ni la religión. Los actos más reprobables del humano han surgido del derecho y el abuso a la propiedad (property or entitlement). Este derecho a la propiedad no es sino un aval social para que un individuo disponga de absoluto ejercicio de su voluntad sobre un algo sin que exista intervención ni represalia de sus pares. Esta es, por supuesto, una versión perversa y maniquea de la libertad: control absoluto sobre algo. Cualquier acción sobre lo que se posee bajo este contrato genera en el poseedor un fuerte estímulo de gozo por refuerzo porque la tríada decisión, sumisión y ejecución giran alrededor de la voluntad y la cosmovisión del dueño, propagándose a los ejecutantes. Sobre todo si éste posee voluntad, cuando otra voluntad se doblega a la del poseedor este refuerzo llega a clímax. La jerarquía no es sino la sistematización metódica de este sentimiento común.

La sed de poder, sin embargo, tampoco es el motor primigenio del ejercicio de la propiedad. Cuando se tienen propiedad se obliga a lo poseído a actuar respecto a la congruencia a priori (previamente favorecida) y llevar a cabo la ejecución perfecta de lo esperado: reducir la incertidumbre. El placer del control no se basa en la trivial y transitoria sumisión, ya que los ejecutantes podrían ser incluso inconscientes. El gozo adictivo se concreta en la coherencia de lo esperado con el resultado, con la nula ausencia de incertidumbre (hedonismo coherente). Es la mínima incompatibilidad/máxima compatibilidad de la cosmovisión del poseedor con la realidad que asumía indómita la que exhorta a éste a expandir su dominio. Reconozco que también podría interpretarse como reducción del miedo a la incertidumbre. Lo mismo da. Es muy probable que el primer Dios sea uno mismo cuando "tiene la razón" y mientras más se posea este dominio de la razón propia más se reduce la incertidumbre de la realidad, o tal vez sea esa sombra de anti-predicción, el imperioso azar y el acto incomprensible al que hay que someterse porque ininteligible ni sometido. Por mi parte, sugiero empezar con una teologìa de la incertidumbre.

 

domingo, junio 28, 2015

Pelotari

Recuerdo que era fanático de Julio Medem.  Historias de amor desparpajadas que rayaban en la fantasía dentro de lo real. Casualidades con tufo a destino y rutas paralelas cuyo infinito asomaba el cruce. Personas con imanes complementarios que siempre acabarían por orbitarse, acercarse, rozarse y alejarse de nuevo. Oscilaciones que terminaban en una fusión prometida, resueltas desde un principio, sólo éramos testigos del tránsito hacia esa persona prometida. El destino de uno tiene nombre y apellido, ajenos. El otro es mi futuro y esto es inevitable y ominoso.

Luego vino La Pelota Vasca, una peli documental sobre la identidad y la asimilaciòn de vivir en ese estado de sitio que es Euskadi. Ideas rebotando en cada esquina de la pantalla, trayectorias buscando a sus secantes. Euskadi es la única fantasía que les queda, las otras están bien para entretener. Esta y mi hija, dice Medem, son las luchas que elijo para ejercer mi tiempo. Ya no hace cine de promesa, supongo que vive sus elecciones, cambió de pista y cancha.

A veces pienso en renunciarme, en dejar de dedicar tantos piensos a una posible fruición de fantasía  Medemiana a algo útil, veraz y con carga de fantasía trascendental.  Mandar los pesos de la balanza de la voluntad a otra báscula que promete producto tangible social y no efemérides privadas. Cualquiera que sea mi decisión , implica que quiero menos yo.

O tal vez la cama me queda grande.

O tal vez me cansé de pelotear contra la pared.

Y del eco predecible.





lunes, junio 01, 2015

Déjenme en paz

Hubo un momento donde erigir una pared de tipografía era plantarle cara al mundo. Sembrar un cerco vivo de donde las ideas no pudieran escapar. Una declaración de límites y fronteras, darle forma al territorio.

A veces es una frontera tímida, un poco la que dibuja la cuerda de una cometa cuando una niña corre sin reparo volteando al cielo, buscando perturbar los lienzos difusos con este artefacto que de endeble monópedo. Este límite es fácil de transgredir, y sólo es fácil ente visible cuando los tiempos agitan y el veleteo la dibuja de acuerdo a los flujos del momento. Ideas largas, de poca hebra, colgadas de un caprichoso anhelo. No se escapa porque alguna vez un texto de flujo de conciencia lo asió de puro azar.



miércoles, abril 01, 2015

No apto para cínicos

Me ha ido bien en el amor. Primero, porque lo he experimentado y me ha secuestrado varias veces por más o menos un par de años cada vez. Saber que esa compleja sensación existe y se manifiesta por sí sola e independiente de tanto ruido mitificante le da la oportunidad a uno de reconocer esa sensación sin temor a equivocarse. Sólo por acceder a ese estado soy agradecido. Lo mejor: múltiples veces. Segundo, porque he sido correspondido. Jamás he tenido que desprenderme a voluntad de un amor descolocado, de tiempo mal invertido. Me han otorgado sus tiempos, sus intenciones, sus proyectos, sus vidas, sus experiencias, sus ideas, sus cuerpos sin reparo ni temor. Nadie abusó nunca de tal confianza ni se hizo daño que no fuera de chapoteo. Mucho  tienpo queda para amar en la entrega sin contar pesos en la balanza ni midiendo los desequilibrios ni esperando retribuciones. Es evidente que de ninguna de estas experiencias me arrepiento. Cuéntenme como doblemente agradecido. Sin embargo, estas líneas no salen de la nostalgia de aquellos haberes, surgen, lo reconozco, de volver a sentir la emergencia del pálpito inquieto, de la incomodidad impulsiva de saber que uno está conmovido por el otro. tl/dr Farragosamente enamorado, dice este párrafo.

Ahora se cumplen varios años, empero, sin pareja. La edad y la vida acumulan bagajes y compañías que uno no está dispuesto a soltar. La mortandad que se asoma y el escaseo del tiempo para reir reduce la tolerancia y las oportunidades de empatar personas a tu línea de vida. Los hay que, francamente famas, diría Julio, se esmeran en sí y para sí en el teatro de la nada, como queriendo ganar el Guinness a la mayor cantidad de aplausos por nanosegundo. O perseguir el diploma a mejor simulador de esclavo/rockstar/ciudadano prototipo. No hay caso ahí porque sólo hay espacio para uno. tl/dr La mayoría ya tiene una forma discreta del amor que bien parece que los complace. Sea.

Pero estamos los defectuosos, los anquilosados, los subhumanos que de alguna manera sabemos que podemos ser más-que-uno cuando alguien-con-uno. Intensos e insistentes de aquella suma antiaritmética. Ansiosos de ejercer la vida-con-para-desde dos (o más) y que de la forja salga una especie nueva, una quimera inesperada, un híbrido difuso de tiempos paralelos cuyo valor mínimo es porque único y angulo que irrumpe en el universo y cuyo valor máximo porque finito de irrepetible e impredecible. Nunca he experimentado cosa más cercana a la apoteosis que ese momento cuando una comprensión ininteligible se comparte (¡sin saber cómo!) simultáneamente entre dos mentes. El momento en que cuaja La Complicidad Más Pequeña: uno comprendiendo que el otro... 

Y se miran y se saben.

Esa es tan buena definición como cualquiera, tal vez amar sea plantarle cara al mundo para sostener esa sincronía de comprensiones. 

Claro, pero hoy sólo con ella.


lunes, marzo 23, 2015

Mandobles.

Trémula marchaba a paso forzado por una de las jardineras. El crepitar de los arbustos se sostenía como los dientes de la noche masticando su última oportunidad de llegar. Ya llegaba tarde y si además sana sabía que perdería la oportunidad por completo. La de veces que Débora había hecho lo mismo con los cuchillos de la cocina, desde los deberes de la universidad hasta la última comida familiar se volvían un tumulto de mimos y favores vueltos sobre uno. Ella misma pensaba la de veces que acabó encamándose con Deb porque le mostraba las heridas nuevas profundizadas con esa violencia pasiva que es la explicación del dolor propio por el acto ajeno. Se entregaba plácida a Débora con tal de poder acariciarle las muñecas, paliar mansamente con los dedos el cuerpo de la causa los accidentes en la otra. Ella, Débora, la concentradora de los maltratos ajenos, el estoico recipiente de el mal-de-los-otros.

Vivieron juntas dos años. Así, Débora acabó por gastarse toda la culpa que cabía en el cuerpo lánguido de Trémula y ella, más exhausta que sabia del juego, decidió dejarle el apartamento entero. Libros, hábitos, notas, sábanas, Fellini, desodorantes y cuchillos. La despedida fue más bien aceda, de tímidos "estamos-al-tanto-del-otro" que se desprendieron como mentiras blancas nada más pasando el umbral. Una de ellas, abusando del juego con alguien menos enterado, no llegaría al siguiente Mayo.

Trémula conoció a Pía por internet. Después de la primera manifestación se besaron largo y no consumaron sólo porque la colonia estaba bien illuminada. Trémula sabe que Pía sale con otras, lo ha visto en su perfil, todas le recuerdan a ella antes de conocer a Débora. Rebosantes de ánimo, placer, consideración y perdones. Leyó en las redes sociales que Pía saldría hoy, los comentarios coquetos y el GPS de la sensual fotógrafa de apenas 18 años hicieron evidente que Pía ya le esperaba en el café. "No con Pía, estúpida tome-selfies" piensa Trémula mientras avanza con huizapoles enterrados en los huizapoles enterrados.

Cada segundo puede significar llegar tarde, pero cada rasguño en sus hasta hoy impecable piernas, piensa, le traerán un pedazo de eternidad con Pía.


domingo, enero 25, 2015

Gracias por participar

Me sentía listo. Sereno, incluso. El calzado aprobado por el frente y por el instituto. La viga de la vida bien asida entre las manos, los pasos en el alambre dirigidos y constantes. Los pasados bien acomodados y fijos, con ningún cabo suelto. Acumular tiempo y espacio entre las manos para introducir más malabares.

Nada.

jueves, enero 01, 2015

Rehab

Los aires cortos y los pulsos inciertos aparentaron sensatez en las letras cortas y lábiles y me dirigieron hacia el episodio efìmero y su recompensa vana. Estas serpentinas de breve aplauso sólo han contribuido a la lucha de ruido que como pareidolia burda a veces asemeja el contorno de alguna verdad profunda cuyo relieve aparente con tibia inspección desaparece.

Cada vez es más dificl sostener una idea por un tiempo largo y acicalarla debidamente. El miedo a que sea la idea incorrecta y perder ese tiempo de incubación, o bien, la ficticia esperanza que la nueva idea en turno es m`ás adecuada porque responde al contexto inmediato nos hace abandonar y retomar todo espasmo mental que se nos ocurra como una pequeña revolución digna de seguirse hasta ver la cosecha de likes.

Chapotear en este confeti cansa y satura, en vez de aceptar cabalmente a la incertidumbre y lo efímero y construirnos un carácter para sostener un bastión ideológico sin conceder a este tiempo de ruido blanco, concedemos a cada ocurrencia su tiempo de principio rector, buscamos la experiencia finita, nos volvemos tìteres de la prueba y error. Nos agotamos en petardos.

Me gustaría regresar a esos tiempos donde una idea se instalaba y me poseía hasta que se convertía en un cuento redondo e ininterrumpido. Una presencia insistente y que no me soltaba del todo, una pequeña fe y un pequeño dios buscando la exégesis. Sin aceptar jamás algo menor a la apoteosis, sin temor al costo de perder las alternativas. Compromiso, le dicen, y está escaso.

Cuando esta mixtura de nimiedades buscagustos se fermenta lo deja a uno con estos textos más bien crípticos y desbastados, invertebrados asilabados. Siempre con la secreta e inquietante busca de la frase pegadora, como si todo el tiempo se recuperase en dos líneas, como si el olor residiera en un pedazo de la molècula. Como si la atmósfera fuera sólo el adorno circundante de la esencia individualizada, nos hemos vuelto en lectores muy egoístas.

¿Por qué dejé de escribir largo?¿Por qué me volví tan fragmento cómodo, tan buscón de tu gusto?

Sniceramente, espero que este texto te desagrade lo suficiente como para que no lo olvides despuès de un like. Solicitar mayor trascendencia es ilusorio.

Leamos lo difícil, redactemos desde lo incómodo.

domingo, octubre 05, 2014

Semanario.

"¡Necia! A que pronto te olvida". Fue la sentencia que adornó la última desazón que tuvo con Estela. ¿Dónde esconder tanta verdad para la siguiente ocasión que se vean? No lo sabe. "Ya veremos" se dice. Porque la siguiente vez será Marcos. Marcos y sus dientes afilados que relame antes de cada confesión cachonda como si preparara la revancha al atraer el momento próximo de nuevo y lo deglute con anticipación. Marcos era alto, cernido, y listo porque, sabedor de la suerte que acompaña a los bien parecidos, ostentaba un buen puesto administrativo en la fábrica de electrónicos sin mayor mérito que el elogio insinuante y la complicidad infalible con el reloj checador. Marcos con envidiable plan dental y prestación de gimnasio siempre el jueves a la seis tenía las penas corporales ahogadas en sudor desde hace años. Si lo sabrá ella que en las noches de inquietud apretaba las sábanas en el musgo de su entrepierna desde el recuerdo de sus uñas al rasguñar la espalda de Marcos. Pero si el sexo era bueno, la sobrecama era excelente, Marcos se sabía amante generoso y nada estorbaba el intercambio del clímax, por lo que el postcoito era hablar de los otros, reír y juguetear hasta quedar atrapados en el religioso programa de naturaleza (o cuando en el canal cambiaron de horarios, el boxeo) ataviados con esa boba sonrisa de satisfacción. Si había algún defecto era que nunca se quedaba a dormir, Marcos era el par de horas que ella buscaba anotar cada sábado en la agenda (a las 8:30, después del americano de él y el crossfit de ella) y cuya angustia se renovaba cada semana cuando, al despedirse, Marcos regresaba desde el pasillo, como si hubiera olvidado las llaves del auto por enésima vez y preguntarle con una timidez que nunca se sentìa vieja: "Y.. ¿puedes el próximo sábado?" Y ella sí que sí, que sí y que claro que sí por adentro y "Te mando whatsapp" por afuera. Entonces se disparaba en ella un cronómetro interno para que el jueves, siempre el jueves por la tarde recibiera un mensaje de voz juguetón, siempre el mismo: "Me llamo Marcos, y no recuerdo ahora qué dice tu perfil que te falta. Pero seguro que sexo este sábado, no". La primera vez que lo escuchó se mojó un poco y las rodillas se le cerraron temblando, el día de hoy le sabía un poco a otra-vez y menos a ludismo. Todavía no ha mucho que calzó de peculiar idiosincracia esta pequeña extravagancia, pero empezaba cansarle la posibilidad de que Marcos usara esta original, pero casi ensayada estrategia con otras. A final de cuentas, hay mas días que el sábado, hay más lechos que el suyo.

Estela le había advertido de que las personas que se inscriben esa red social deben tener alguna carencia fisiológica o mental importante: habrían perdido una mano en un accidente, otros un brazo o una pierna, los hay que no tienen un oído o poseen una nariz falsa de silicona, hay clanes alrededor de ciertos síndromes, abundan a los que les falta algún dedo y son una considerable mayoría. En su perfil, ella puso que era ciega. Mintió, seguramente todos lo hacen y seguramente también le falta algo, se justifica. No es que importe mucho tampoco, en esta red nadie sube sus fotos. Enviarlas, inclusive, se considera de mal gusto y contra el espíritu de la comunidad.

Ella todavía no ha encontrado en dónde está tullido Marcos.

Marcos llamará cada jueves y la olvidará cada domingo.

lunes, agosto 25, 2014

Muestreo

Otra más. La pinza trémula viaja del suelo al frasco con sesgo decidido. Las hormigas bailan atrapadas en el ruido de sus trayectorias aceleradas porque una señal desaparece, luego otra, y otra más y hay que llenar ese espacial silencio con más confusión y menos desplazamiento. Varios cuerpos que señalaban el camino su casa, esa colmena en el aire negativo, estaban apagadas como semáforos después de la inadvertida tormenta de la madrugada.

No es necesario tocar al vecino para descubrir su ausencia. Cada desaparición como si quitaran una aguja que sostiene a este dios-rizoma. La comuna se afloja a vértigo como un campo de frágil gravedad y nadie se queda a comprobar su cimbra cuando al fin el eclipse se muda al hormiguero vecino. Nosotras, las morusas de la fuerza laboral, buscamos entre nosotras hermanas-rastro para regresar al hueco. Algunas compañeras se eslabonan y peregrinamos como rosario poseído que finalmente se estucha por tanteo.

 

 

jueves, agosto 21, 2014

La haine

That remark finally broke the dam. Suddenly, he stopped. And all of time in the room suspended accordingly. There it was, his very last crumb of control. For he was the teacher. He saw their expectant faces wry and thought:

"The long, drab and public path to my demise. And you guys got fronts seats. You'd better bring some popcorn."

And he went through with the class, as if a parallel brain, a habit-infested stem, took over his motor cortex. All this while a clip from La haine played in his head over and over echoing:

"Jusqu'ici, tout va bien."

jueves, agosto 07, 2014

We were commuting and so it goes that we glanced, at a distance yet in full abetment. 

Spontaneously, the tip of each finger smelled of acrid tar. Then our hair would grow and twist itself wildly in a sudden, damp cringe. Teeth darkened while our tongues felt numb and inebriated of smart comebacks and dry tannins.


We trickled an exhausted nod to each other. After all, it was a great #metadate.

sábado, julio 05, 2014

Back in the game

No recordaba lo bien que se siente conversar suelto y hacer pactos comunes sin obstáculo alguno. Fluir. Tener cómplice de ñoñez académica, cine, teatro, música. Hacer reír a alguien por horas. No hay mejor estímulo que la risa honesta y ligera de una mujer.

Pues eso, a jugársela y buscar a alguien que se la juegue.

 

domingo, junio 08, 2014

I have become so good at patching up...

..yet will some of the misery trickle?