viernes, febrero 20, 2004

La busca del kibbutz.

No es un lugar, sino una amalgama de momentos lo que creo que será el kibbutz. La busca de un punto que no empieza con un dónde sino con un desde. Porque el kibbutz se formará desde la memoria, y no de la ocasión. Empezará como una permanencia asegurada, una semilla que será la pirámide de anhelos vencidos. Sería un poco más un largo y monótono placer establecido que un éxtasis que caduca al primer traspié del análisis. Es muy peculiar que carecerá de una buena dosis de deseo, pero no por eso las ánimos estarán menos caldeados. Que será de esa inhóspita providencia? Terra cognita pero ignorada. Acaso blindada por la misma ignosis que ignitaría la visión de ese cruce de intenciones infinitas. Ahí es el tiempo en que se diluirá lo escrito donde ya no cobrará nada tanta importancia sino esperar en el kibbutz. Sentado, por siempre ocupado en mantener la duda y acechado por saber cuáles son las que hay que cuidar para que sobrevivan.

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