Escaparse de la retención, aún cuando ésta es cómoda, es un privilegio. Las ventajas de una "panóptica" o de una reequivalencia de axiomas es un proceder más que necesario. Escaparse de la parcialidad diaria, insistir en la trascendencia aunque no seamos sensibles a ella, etiquetar todo con tags de memoria y de presencias. (D)Escribirlo....precisarlo, quererlo fijar en una parafina gramémica (casi gramímica) que no podría abarcarlo todo pero sí un pequeño eje de equivalencia voraz, con un magnetismo insoslayable y mucho menos ignorable. La palabra potencia la memoria. alguna vez escribía largamente sobre el estigma de categorizar el universo, de reducirlo o simplificarlo. Ahora escribo sobre la acumulación de los mismos hacie su acomplejamiento. ahora despotricar contra el problema de la escalas. Tal vez haya sido aceptar un poco a las categorías, pasar del Tao al Zen. La inextricabilidad de lo ignorado, la imposibilidad de imaginar el caotismo futuro, siendo que el universo tiende hacia ello. Orden que sólo puede recrear orden.
miércoles, septiembre 01, 2004
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