
lunes, noviembre 27, 2006
Fluxiones
Era "X" y se sentía poca cosa: infinitesimalmente pequeño, una nada, una tangente instantánea a la majestuosa complejidad que representaba el tiempo, la vida. Próximo a la nada: si acaso se suponía un ligerísimo incremento al gran total de los días, de las cosas. Para "X", sólo se comprendería la función de las cosas tras la integración de otros como él. Propietario de un sólo instante, representante de una minúscula cara de la historia, minimal. Fragmento minúsculo de la gran historia.

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