martes, enero 30, 2007

"Hoi polloi" like

El día de hoy no me contuve y renegué de mi estado actual. Esto se refiere más bien a mi percepción de lo que hago en mi trabajo, en mi casa, incluyendo la cliadad-cantidad de mis pensamientos tan dispersos y vagos.

Y es que hoy tuve un mal día que es igual a los anteriores pero que sólo uno nota su vileza cuando se hipersensibiliza. Ignoro aún qué me haya hecho hipersensibilizarme al grado de querer, literalmente, mudarme de trabajo, luego de casa, luego de país, luego de... (mi?).

Últimamente paso las horas en estasis, buscando cualquier cosa que demande cualquier cosa. Busco y rebusco en los sitios ya horadados minutos antes. Busco encontrar la aguja, las souciones, las palabras, las cosas, las decisiones y, si se me hace, una señal inequìvoca. Divagaciones, diàsporas, dicotomìas, anti-encrucijadas, desenlaces, las ideas flotan y vagan en lagos de incertidumbre. Disperso, pero subyugado y timorato ante esa dispersión y vaguedad.

Al mirar las caras de mis alumnos, me veo fragmentado, y esta cohesión se proyecta y se intuye. Mis posturas, discusiones y afanes se debiitan. Mi rictus se desencaja, mi postura se erosiona, cruje y cede. Mis clases bordean la anarquía eufórica de esos conquistadores tan novatos.

Cuando te aíslas de manera tan absoluta, los escondrijos anímicos escasean. A veces siento que estoy frisando ese ùltimo reducto motivacional: soy yo, ser uno, ser ùnico, ser ontològicamente individuo.

Hoy, tengo el ánima del conquistado, ya taimado, los ùnicos terrenos por conquistar, son los de la nostalgia. Y no son fieros, sino extensos.

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