Precognosis

En el hoy, pasa que Santiago desespera porque todo parece hecho, escrito, redundante, y repetitivo. La publicidad parece saber antes que él lo que le gustará, las revistas justo reseñan ese grupo que él pensaba escuchar esta noche, al comprar (al fin) su carro nuevo, el crédito estaba preaprobado, esperándolo. Entonces darse cuenta que viene a ser prefabricado y predecible y algorítimico. Ante esa imposibilidad de ser espontáneo, y cohibido para destejerse del mundo, desesperado, escribe lento y con un último gajo de conciencia: "donde quedó lo impredecible?"














y pica en "Voy a tener suerte".