
Y le contestan. Y responde.
Y Rigosushi decret eso como diálogo.
Y la irrisión la sonrisa y el jocosismo se presenta, y se promulga de emergencia decreto de complicidad.
Y todo parecería rosinovelesco y perfecto, si no es que el frikismo que antecede cada acto de tan jerigonzero personaje no se viera interrumpido, ex abrupto, para escuchar la música de fondo, sí, la música de fondo de la librería. Rigosushi se interrumpe abruptamente y se aparta de tan apacible diálogo.
¿Qué pedazo de sonorismo tan excelso y memorable tiene que ocurrir para que un friki interrumpa de tajo su incipiente intento de cortejo, negando (tal vez) cualquier incursión futura con tan platónita damisela?
Descártese la música de ejecución impecable, clásica, posmoderna, popular, kitsch, cool, nostálgica.
A mí, y a mis intenciones, las mató el soundtrack de Twin Peaks.
Imposible no sentirme como si fuera una masilla enlas manos de Lynch. Donde los eventos se disparan en cualquier momento, donde el omen es precedido por su efecto.

La pregunta que ahora ronda mi cabeza es: What kind of relationship would a Lynchean relationship be?
1 comentario:
Definitivamente sería una relación de "ensueño".
... O tal vez de "pesadilla".
Suerte y escucha bién al enano.
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