Aunque el titulo parezca peluqueria de una distopia, no es ese el asunto que me atañe. Hoy me cubre un velo mas bien cínico y prostetico. Desos que incitan el animo de desahuciar la punta de lengua y dejarla seca de palabras. Vamos pues, a cortar la verborrea.
Sobre el valor estético de las obras sobre el desencanto.
Si algo hizo la literatura beat fue popularizar el género de la miserabilidad y de la desilusión. Al contrario de la literatura Baby boom (coludida con demás booms) y su falso refinamiento, resulta interesante que un lector, desesperado ante la alternativa, encuentra pródiga la miseria. Vayamos claro: es imposible que un lector se pueda identificar con la progresión de éstos textos cuyo fin último es una muerte con sabor a Chinaski. Nadye llevaría una vida beat hasta sus últimas consecuencias, entonces debe haber un motivo subyaciente ante tal rendición hacia el hoboismo literario.
Hoy se me ocurre que el desprendimiento, irreal e imposible de los personajes beat respecto a su entorno sociocultural se antojaría un trasfondo que explique la estética del desencanto. Gusta porque mísero, impasible y desenfadado, pero esa inacción otorga una libertad, un desprendimiento y un hueco de responsabilidades sociales (si es que las hay). Ya aislado e incorregible, viene la emersión del individuo, un yo idealizado e indiferente excepto a la exploración de un nivel inferior del bajomundo. Entonces circulo vicioso, donde uno goza y retoza en la libertad otorgada por la miseria (curiosamente, por incursionar en la incertidumbre), seguido de una eventual exploración hacia un nuevo desencanto. Yuxtaposición y paf, gano una (falsa, como toda ficción) individualidad (que hoy, a precio de mercado, se vende al mismo peso que la jamás entendida "libertad").
Pero, si sólo así fuera, compartiría su valor estético con un género tan dispar como la fantasía Tolkeniana. Entonces, también se me antojan otras valoraciones estéticas.Además de la anterior.
¿Por qué aspirar al antiheroísmo, y la autodestrucción, que pulula en las obras beat y mucha de la literatura moderna? Pienso, al volapié, que entre esas líneas de la desesperanza también se busca su antítesis. Solución, respuesta, en forma de revelación. Esperamos, pues, el diamante entre la ceniza. Una especie de núcleo irreductible, exploramos, pues, lo más bajo hasta tocar el piso original, y tal vez, sólo tal vez desde ahí, la vista sea reducida a sólo para arriba. Buscamos la autodestrucción para obligarnos, pues a hacer actos únicos, desesperados, absueltos de moral y ética, dirigidos, y, entre esto y la revelación verdadera, hay sólo un paso.
Acaso haya otras razones por la cual la obra actual, (que parece crónica sofisticada de una decadencia sofisticada) posea un elevado valor estético y referencial. ¿Alguien se anima a enunciar otras?
lunes, octubre 06, 2008
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