domingo, enero 21, 2018

post mortem

¿Por qué buscarle dueño al tiempo?

Qué largo es el precio de la posesión: pérdida reposada.

Rasguñar apenas el futuro, con los pies empujando atrás al presente.

Todo parece caber en el mañana, menos el arrepentimiento.

Nunca aparté vida para diseñar mi muerte.

Inquilino eterno de la antesala de la vida, cortejando fachadas al proyectar los atisbos.

Todo por servil se acaba.



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