Cuando Julio Denis quería escribir en "takes" yo quería a huevo escribir aunque fuera en incongruentes "breaks", nada de ello se cumplió.
Ahora y siempre he sido un etapelele: dígase de rastrera cepa de cínicos que son lo suficientemente laxos como para abandonar una postura e intercambiarse a otra (la in). Somos ilusos que anhelan el cambiar de aires como si fuera otro oxígeno, ergo fallidos; cambiar de arteria a vena no siempre fructificó en lo que yo deseaba. Ahora que busco que tan prostituído he llegado a ser me llego a ciclar y creer que mi escritura (la escritura) es un gran plagio (la mía más que la de otros, vide supera). Cuando interumpía una lectura por una extraña urgencia por escribir no era sino formar un apéndice escrito de lo leído, una punta innecesaria de una estrella cuidada, cosa buena que el escrito se sabía bastardo y se agotaba de inmediato como la fuerza del caimán : el "burst" intermitente del etapelele con chorro.
Se escribe desde donde se esté, se está en amor puberto y se escribía amor puberto, se escribe amor sexual por que se tiene amor sexual, se escribe desde la depresión, la alegría, la inmersión, el insomnio, la decepción: cualquier adjetivo es territorio, sólo el agua que te rodea es la que llena tus pulmones, una sola fluencia es la que te ahoga.
Hoy escribo desde el ahogo.
Si tuviera que escribir de nuevo, escribiría desde ahora (un ahora, mi ahora); si se me diera la oportunidad mañana (un mañana, la mañana), escribiría desde mañana (pero bien tempranito y a tiempo, se los prometo).
Conozco mi reostatismo escritural, infijo, escribo como si todo fuera un "calis" donde nunca llega el de a "devis", nomás.
martes, junio 10, 2003
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