Reciclaje
Alguien toca a la puerta y yo empiezo a vestirme con prisa cuando empiezo a pensar en la prisa de mi visitante. Pero pensar en la prisa del visitante me ha hecho ponerme todo el revés y ahora pienso la desesperación en el umbral.
"Ojalá abran rápido", pienso mientras mi corazón redobla como ahora, que toco apresuradamente la puerta y necesito que me abra él ya mismo. Pero el pensar tanto en la rápida apertura ha hecho que deje de tocar la puerta y que la persona no intuya mi prisa. Ahora pienso en la parsimonia del que me abrirá, si es que abre.
Y yo le dije a ella que nunca regresara, y seguramente fué a buscarle a casa, ahora siento que necesitamos desquitarnos. Ojalá y abran rápido. Pienso, mi corazon redobla como ahora. Que toco apresuradamente la puerta y necesito. Abría él ya mismo para darme una dosis de catarsis química. Necesitaba pensar que cuando me alejaba tanto de esto me acercaba a otro lado. Pensaba en la simetría de un mundo ficticio que debía funcionar, a final de cuentas, como éste. Pero en el otro las reglas se tuerzen un poco, sólo un poco para permitirme olvidar. Eso es mi aproximación máxima, que nadie puede deshacer en mi retorcida mente. Ella nunca va a regresar y se lo dije, ahora son otras reglas, another time, another rules.
"Yo no quise decirle que era a mí el que buscabas cuando fuimos allá, mientras me decía cómo te dijo que nunca regresaras. Y seguramente fuiste a buscarme a casa. Ahora siento que debo de quitarme. Ojalá y abran rápido. Pienso, corazón, que todo se redobla como ahora. Que toco una puerta infinita y me quito de ese camino tan sinuoso de la intromisión, de la jetatura de la intriga. Seguramente eres tú la que tocas a la puerta y deseas que te abra. Adios."
domingo, noviembre 23, 2003
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