Gansito

No sabes cuántas palabras tengo tuyas y mías y que podría desechar para evitarte penas. Cuando entro en la dinámica de recordar-porque-entonces los episodios regresan fulgurantes y rebosantes de detalles añadidos, de anti-pasado, de novedad ficticia. Y uno vuelve y retoma ese nuevo corte de memoria para hacerse de otra vida: le añade anécdotas falsas, testimonios falaces, resoluciones amañadas y...

Y es que tengo tantas palabras tuyas (mías) que yo guardo porque... y ese porque me atiza hacia el campo de las posibilidades y hace convertirme en una rémora del futuro y del desenlace. Esas palabras que pueden o no surgir inoportunas y cortarte de tajo el día para que nos encontremos en un entonces vago pero común. ¿Y por qué no habrían de desorbitar el momento del parque, el momento de ir a la "tiendita"? ¿Por qué no enganchar al azar una palabra que grávida arranca de su trayectoria cuando fué y fué de niños?

Desentumezco esas palabras cómplices de vez en cuando, para revisar su efecto delator. Porque sólo son palabras si...y palabras que detonan y que suenan inacabadas cuando sólo yo las pronuncio. Que se cortan por mitad en el tablero de la conciencia, que se disuelven entre el tumulto que llaman. Palabras, pues, que ligan y atan como polos invisibles y que sólo se complementan cuando...

A veces pienso que las guardo para que tu y que yo tengamos un papel o un acto completo en la tabla rasa de la memoria. Para exculparnos de nuestra identidad y dejarnos libres en el presente. Acomodar la infancia y pulirla y recrearla y deducirla de nuevo, sin volverla a vivir, para que ésta sea una arquitectura de lo fallido que justifique el hacia...

Y si las anteriores reconstruyen episodios gratos: ¿Dónde acomodaríamos entonces las otras palabras que llaman a los detrimentos?¿Hacia dónde rueda desinteresado el pasado ralo y doloroso? Suelo pensar que las palabras que atraen y gravitan alrededor de éstos se exilian en la insignificancia, o lo que es más posible: en la cotidianeidad. Sería entonces el ahora una contínua nostalgia que quiebra y diluye esas palabras ominosas y pesadas. Vivir para erosionar el cómo si verdaderamente fué...