lunes, febrero 09, 2009

Office Kites

¿Cómo divertirse cuando tu trabajo te obligar a estar 5 horas sentado inmerso en una actividad tediosa y repetitiva? ¿Cómo rebelarse ante la marabunta de post-its que amenazan con llevarte hasta el insomnio? El trabajo de oficina, aunque parezca frío y estéril, ofrece a mucha pero mucha papelería inmóvil y/o desperdiciada. Esto todos lo sabemos desde la infancia, cuando llega la revelación que cualquier hoja del cuaderno es un avioncito en potencia. Pero para los que nos gustan los retos, propongo este otro buen uso de la papelería: papalotes de oficina. Es cosa de ponerse a pensar (o buscarse) un diseño de papalote/cometa y crearlo únicamente con los implementos que uno tiene en su mismo escritorio. Sin restricciones de tamaño ni de diseño. Hoy he escogido un modelo de Delta tridimensional, un tanto elaborado pero a escala oficinal me tomó 5 minutos, opine usted:






Para el curioso / harto oficinista como su servidor. Ofrezco aquí la lista de materiales:

- 6 post its medianos doblados en triángulos por la mitad y con un doblez perpendicular al centro del lado más largo.
- 30 cm de cinta adhesiva, como listón de soporte entre las deltas (triágulos).
- Alrededor de 6 grapas, para mantener la estructura sin necesidad de postes.
- 6 ligas amarradas. como guía del papalote.

Personalmente, escogí post-its atascados de "asuntos pendientes". Es que así uno puede literalmente mandar a volar (si se construye con algo de aerodinámica en la cabeza, por supuesto) sus "urgencias".

Ahora, uno no se puede quedar sin probar si su Office Kite vuela o no, para esto sugiero utilizar la velocidad más pequeña del ventilador de la oficina. Con un nudo en la garganta, he probado el mío. Y con un pequeño ajuste, alegremente, ha volado:



Además, como la aerodinámica no miente y la locura se contagia, luego pasa que tus compañeros de cubículo quieran entrar a concurso de estabilidad/control. Venga, hágase uno y sonría, que parece que el DIY se puede aplicar incluso desde la matriz del tedio, sólo basta querer mandar a volar al mundo un rato.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué bonita distracción esa de aprender a volar en la oficina =)