jueves, enero 18, 2007

Serendipia.

La persona de la derecha aguza el oìdo para acusar prontamente padecimiento de un sìndrome desfachatado que justifique el alza en el precio del deber. La paciencia, escuálida inquieta, se encapricha en ser reclamada por todo aquel que la invocó en año nuevo. Un sonoro "Click!" hipnotiza al tahúr honesto que pronto organiza quinielas de desesperanza hacia la la tierra pronosticada. Salomón se vale del engaño para desmitificar esa novísima añoranza por los micro y pequeños latifundistas. Agora, presto y corto, el príncipe azul desenvaina su frase prefabricada con 30% de material post-consumo que dice: "Anóxico". Abatido, despotrica contra el alma en pena ajena que se desvive por un tiempo compartido en el purgatorio. Una pudiente de Arrabal anuncia con su presencia su nueva temporada entre vìtores de sus detractores. Los Pránganas del corifeo entonan el arribo del onceavo mandamiento cuando Julia, La Poquianchis Vírgen, absorta en el involuto humo de las batallas anunciadas-pero-ficticias, ya se golpea el pecho, espetando: "Mea Vulva, Mea Vulva, Mea Vulva".

2 comentarios:

Pelvis dijo...

Sólo saludando, veo que eres amigo de Laura :)

Pues eso, Hola! jejeje

isis dijo...

"cada día más bizarro" indeed

:)