Homúnculo al fin.

Me heredaron un futuro que estoy padeciendo de antemano. Me explico: sé que lo que hay en mi fórmula genética, y es una larga demencia. De nada sirve la premonición que cuido. Acaso para resignarse y pagar con cuidados presentes los que uno recibirá a su vez en la indefensión.

Como me es imposible abatir esta herencia, mejor me va repudiándola cercanamente. Pero esa obscena hijoputada acaba diluyéndose en complicidad, que es mero síntoma de que voy alcanzando ese futuro. Cuando mejora y más lo soporto , es porque estoy peor. La aceptación tal vez sea el único síntoma que puede paladear el loco.

No sé en qué momento la vida percibida de la mente se volverá asíncrona a la vida corporal. Terrible desfase cuyo anonimato no es por falta de identidad, sino por multiplicidad de vidas mentales escalando por asomarse en un sólo y límite cuerpo.

Nunca encontré pareja estable ni cómplice de aliento largo. Mi condición seguramente resuena de manera imperceptible en los demás que, desmalezando la poza genética, amablemente me concedieron breves pedazos de esperanza. No tuve hermanos, así que la condición morirá conmigo, mucho después de que se instale la depresión masiva que me vuelva inoperante.

Nunca me reduje a la queja. Parece fútil y necio invertir cronología en esa forma menor de la demencia. Ya me quejaré lo suficiente cuando sea tantos y entre ellos dolo, reclamo e impaciencia. Calidades livianas porque en cuanto surjan se espetarán y marchitarán sin fermento psicológico.

¿Quién quedará para declararme malsano? ¿Cuál acto único se tomará como irrevocable para la conversión ante los ojos de los otros? ¿Acaso un hábito que devengó? ¿Una omisión seria? ¿Un gesto inapropiado? ¿Esta carta? No importa, el hecho será más de ellos que mío, para entonces tiempo el significado y la autoría de mis actos me será ajeno.

No sé en que punto de la instaurada demencia escribo estas líneas. Deben tomarse con mucha reserva y juicioso escepticismo. Quiero pensar que todavía soy yo el que puede avisarte.

Quiero pensar que la demencia no me está utilizando para propagarse.

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